lunes, 28 de diciembre de 2009

Ensayo: Dilema Ético y Principio de Precaución

A lo largo de la carrera de Química en Alimentos, me he enfrentado a dilemas éticos en donde la ciencia y la tecnología son los principales precursores de éstos.
Lo que somos ahora como sociedad: los problemas sociales, el crecimiento geográfico y demográfico, las consecuencias del capitalismo, de la globalización, las enfermedades a las que nos enfrentamos a consecuencia del avance ilimitado del metabolismos industrial, la política, las guerras, etc. , etc.; como científicos nos pone a reflexionar sobre las medidas que se deben tomar para beneficiar al medio ambiente y en su conjunto a la humanidad.
La noción de “progreso” se entiende como un aumento en el bienestar de la Tierra y la humanidad, pero a menudo, esta noción falsa genera consecuencias indeseables. La emergencia de nuevos problemas nos orilla a un “riesgo”, debido al incremento de catástrofes y accidentes ecológicos y de daños a la salud pública.
Como científicos tratamos de identificar el riesgo, evaluarlo lo más objetivamente posible para encontrar soluciones a éste.
Es por eso que se establece el Principio de Precaución; “ cuando una actividad provoque amenazas de daño para la salud pública o el medio ambiente, deben tomarse medidas cautelosas incluso aunque científicamente no estén completamente fijadas algunas relaciones cusa-efecto.”
[1]
El Principio de Precaución nos permite prever razonablemente las consecuencias de una actividad determinada y poder construir un espacio con cautela, para anticipar y reducir objetivamente, la invisibilidad y la ignorancia. Es importante aclarar que el Principio no elimina la ignorancia, pero nos ayuda a visualizar con amplitud los pros y los contras de una situación determinada y su causa-efecto.
Cuando se nos presenta la situación debemos estar concientes de la toma de decisiones para abordar el problema.
Es ahí donde podemos entrar en conflicto que típicamente se le nombra: Dilema Ético.
“Un dilema ético es una situación en la cual una persona puede escoger entre por lo menos os cursos de acción, cada uno de los cuales parece estar bien apoyado por algún estándar de comportamiento.”
[2]
¿ Qué hacer, cómo hacer lo correcto?
Hay situaciones en las que los científicos y los tecnólogos tienen responsabilidades morales, por lo que, éstas responsabilidades están ligadas a su mismo carácter de científicos o de tecnólogos.
Entonces podemos decir que, la ciencia y la tecnología no están libradas de valores y por lo tanto, tampoco son éticamente neutrales.
Las responsabilidades morales nos son excluyentes de la ciencia y la tecnología porque, en determinadas situaciones o circunstancias, tener cierto criterio, cierta objetividad a los problemas, tener cierto conocimiento y bases razonables, implica “tener una responsabilidad moral ” y entonces, se debe elegir entre una serie de cursos de acción posibles.
Citaré un ejemplo. “Cuando Molina y Rowland llegaron a la conclusión de que había razones para creer que los CFC dañaban la capa de ozono, por el acto mismo por el que llegaron a tener la creencia, por el contenido de ella y por el riesgo implicado, por eso mismo adquirieron una responsabilidad moral como científicos. El problema moral se planteó dentro del sistema científico tecnológico, no fuera de él.”
[3]
En el ejemplo, los científicos actuaron correctamente al dar la voz de alarma más allá de la comunidad científica.
Por último quisiera comentar que, en base a mi experiencia, aunque aun no termino la carrera, me he enfrentado a problemas éticos en donde personas ajenas al entorno científico me han consultado y he tenido que hacerles ver las circunstancias y las consecuencias de las decisiones que tomen y a qué se deben enfrentar.
[1] Steve Carr y Andoni Ibarra, “La construcción del riesgo”, pág.67.
[2] León Olivé, “ El bien, el mal y la razón”, pág. 116.
[3] León Olivé, “ El bien, el mal y la razón”, pág. 118.